Cuando quieras consentir tu paladar te recomiendo cocinar pollo en vino tinto. Cada centímetro de tu paladar se sentirá agradecido, mimado, bien tratado, etc. etc.
Hay una red de co entre el aceite de oliva, la cebolla, el laurel, el tomillo y el vino, que el pollo no puede evadir. Su sabor se intensifica, su textura se suaviza, su aroma escandaliza.
Siéntete con la libertad de celebrarte a ti mismo o de finalizar un día con estilo. No esperes a mañana o una ocasión especial. ¿Qué tal si lo cocinas hoy? Estés sólo o acompañado, este día puede pasar sin pena ni gloria. A menos que hagas la diferencia. Y créeme, esta receta lo logra.
